domingo, 13 de noviembre de 2016

ANDANDO HACIA ATRÁS

  Texto: Cristina M. Sacristán




  


  El miércoles 9 fue un día largo y difícil. Es difícil encajar que el mundo se ha vuelto más conservador, que en Europa y en América votan por políticas clasistas e injustas, que los derechos civiles corren serio peligro...

  En Berlín, donde, como en Nueva York, se concentran creadores e idealistas, donde el pensamiento es autónomo y crítico, el desayuno oscilaba entre la perplejidad y el desencanto. Comentaba con un fotógrafo y una artista alemanes cómo en el Norte de Europa observo que lo normal es no adocenarte y plantar cara a los desmanes de los políticos, criticarles, hacer referéndums, salir a la calle... Pero no en España, donde cada vez veo más conexiones con Estados Unidos. No en vano los medios audiovisuales españoles enchufan productos norteamericanos constantemente. Como conclusión a nuestro debate, sonó el "This is not America" de Bowie, quien vivió, compuso y cantó en Berlín al caer el Muro. Incluso en alemán...
 
  Las protestas se han ido sucediendo en Estados Unidos y, por ejemplo, en Berlín. Yo me pasé todo el miércoles conectando con personas de diferentes pelajes que me pudieran valorar qué había pasado en unas elecciones en las que Hillary Clinton había cosechado más votos que Donald Trump, pero en las que el radical magnate republicano había conseguido imponer su discurso arrogante y racista. Había artistas vascos, que han vivido en Nueva York largo tiempo, que me hablaban off the record, pero que no querían que sus palabras consternadas aparecieran negro sobre blanco. Uno me comentaba cómo "la América profunda es tremendamente conservadora, y su realidad está presente a través de la televisión; Orwell cada vez se aproxima más al interior de cada sala de estar", a diferencia de un Nueva York más activo y liberal. En estos términos me hablaba, también, el cocinero y propietario de varios restaurantes Eder Montero: "La campaña ha sido omnipresente; mi hija de siete años sabe quién es Trump, quién es Hillary... Ha sido un bombardeo mediático".

  Ambos vinculaban el Brexit, el No al Acuerdo de Paz en Colombia, los nuevos gobiernos conservadores en Europa y este fenómeno norteamericano: "Es un síntoma de una sociedad distante y manipulada".

  Los sorprendentes resultados de las elecciones estadounidenses tendrían que ver, según Eder y numerosas personas de su entorno, "porque ha votado poca gente, y la mayoría tienen 40-50 y pico años, y piensan que no va a cambiar nada. Que para qué". Además, Eder destacaba que "Hillary lo ha hecho muy mal, y en estados como Florida o Wisconsin él ha quedado con mejores márgenes". Así, se habría producido una abstención "de castigo" a Clinton, "un voto de censura, por el cambio en lugar de la continuidad, pero el precio que podemos pagar ahora puede ser muy alto", teme el restaurador vasco.



Liberty está acostumbrada a la multiculturalidad. (Foto: Cristina M. Sacristán)

 

  El escritor y profesor de origen uruguayo Marcos Wasem, tras vivir en Nueva York ahora da clases en Indiana. Antes del resultado definitivo, bromeaba en las redes sociales con que Uruguay esperaba "con los brazos abiertos" a quien quisiera huir de un EE.UU. bajo el mando de Donald Trump. En cambio, hace unos días me confirmaba que "Uruguay apareció en listas de países para emigrar en caso de triunfo de Trump, y, al igual que sucedió con Canadá, "parece ser que el sitio del Ministerio de Interior uruguayo también se bloqueó".

  Marcos es consciente de que ahora vive en el "corazón de la región que apoya a Trump", donde el próximo vicepresidente, Mike Pence, "era el gobernador del Estado", y donde nació el Ku Klux Klan que ahora jalea al presidente electo. "De hecho, hay núcleos duros en el sur del Estado. Me imagino que para ellos el discurso racista resulta muy atractivo, y apoyan a Trump decididamente". En cambio, el profesor considera que "ellos no son la mayoría del voto republicano. Mi percepción es que lo que más apela al votante medio del Partido son las promesas de disminuir impuestos, las restricciones a la inmigración y las posturas conservadora en cuanto a la agenda de derechos, tanto de la mujer como de la comunidad LGBT".

  Y ahí es donde coincide con otros residentes o ex residentes en EE.UU.: "Es un país muy religioso. Sobre todo en el medio oeste, donde vivo. El cristianismo protestante conservador es asimilado a cuestiones de identidad nacional".

  En este sentido, "en el Estado de Indiana, el futuro vicepresidente impulsó una ley según la cual, en caso de someterse a un aborto, la mujer debe enterrar el feto en un féretro cumpliendo toda la ceremonia de entierro en un cementerio regular". La estrategia para frenar el aborto en Indiana se apoya en "negar fondos a las clínicas que lo practican, y prohibir que las aseguradoras médicas cubran los gastos relativos a esta práctica médica", narra Wasem.

  La escritora y profesora de origen peruano Claudia Salazar estaba muy afectada por la designación de Trump. Lamentaba que, en lugar de celebrar el triunfo de "una mujer presidenta" hayan triunfado "el racismo, la misoginia, la discriminación...". En las redes sociales compartía: "Hoy, en clase, una estudiante cuyos padres vinieron de la India, me dijo Es como si todo por lo que trabajaron y lucharon mis padres no valiera nada". Por el contrario, en el campus de Marcos Wasem una serie de alumnos aparecieron tras la elección "con el sombrerito rojo que dice Make America great again".





Las portadas de la prensa alemana son, como siempre, afiladas con los políticos. (Foto: C. M. Sacristán)
 

 
  El polémico cineasta Michael Moore ya había vaticinado el triunfo de Trump, un mes antes. Eso, junto con la reflexión "el carácter populista encuentra mucho terreno fértil en las capas de la sociedad menos educada y con más problemas económicos", hizo pensar a la escritora de origen colombiano Berta Lucía Estrada que el insidioso multimillonario tenía muchas posibilidades de convertirse en el inquilino de la Casa Blanca. "De la misma forma en que pensé que el NO podría ser el ganador del plebiscito en Colombia, de esa misma forma he creído desde hace algún tiempo que la caricatura de Trump, no por ser caricatura menos peligroso, podría ser el ganador de las elecciones presidenciales de EE.UU". "Vienen tiempos muy duros para la paz mundial", añadía el miércoles.

  El equipo de la Canciller Merkel me contestó muy pronto, como acostumbra, adjuntando las palabras del ministro de Exteriores en EE.UU. y vicecanciller, Frank-Walter Steinmeier. "Todos nosotros probablemente hemos tenido una larga noche", empezaba su discurso el político alemán, consciente de que "Estados Unidos ha hablado", aunque "el resultado es diferente de lo que la mayoría han querido en Alemania". Steinmeier hablaba sin tapujos de una campaña que había creado "heridas profundas que no será fácil cerrar", y cuya cicatrización debería ser la primera tarea de Trump en el cargo. Precavido ante lo que Trump pueda hacer desde su nueva posición, en cuestiones internacionales, deseaba que, "por encima de todo, no nos enfrentemos a una mayor turbulencia en la política internacional". Ante lo cual anunció que desde Alemania estudiarán los movimientos de Trump desde su premisa de "mantener nuestra cultura política (razón económica y responsabilidad social)".
 
  Por su parte, la directora del Instituto Vasco Etxepare y actriz y cineasta Aizpea Goenaga, formada en Estados Unidos y con vínculos personales allí, me contaba el miércoles que en su entorno estadounidense "la gente está entre perpleja y encendida". Su familia vive en California -donde no ha ganado Trump-, y desde allí le llegaba cómo en las calles se percibía "un clima de indignación creciente y de protesta". Esto coincidía con el malestar del que hablaba Eder Montero, en relación a una liberal Nueva York, y que la corresponsal Mercedes Gallego describía tan bien desde la Gran Manzana.

  Aizpea estaba a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos y qué dirección toma el Gobierno de Trump, "especialmente en derechos civiles". Y subrayaba que, "pese al resultado electoral, millones de estadounidenses han sido pioneros-as y trabajan incansablemente en la lucha en favor de los derechos civiles, de la Igualdad, etc. La sociedad americana no se alinea con lo que hace y dice este señor".

  En cuanto a la repercusión internacional, Aizpea sólo sabe "lo que no quiero que pase: que haya una escalada de intervenciones bélicas, que aumente la xenofobia o que crezca el odio hacia personas y colectivos diferentes".



Aizpea Goenaga, en una filmación en las calles de Nueva York. (Foto Etxepare Euskal Institutoa)


  Eder Montero relataba el miércoles que "nadie está contento con el resultado. Hay euforia entre los republicanos, pero ni siquiera ellos esperaban ganar. Y Trump ha arremetido contra todo el mundo: negros, hispanos, mujeres, personas de su propio partido... Incluso Paul Ryan le ha dado la espalda. Porque la gran pregunta hoy es ¿Y ahora qué?. Ya que Donald Trump no tiene agenda, pero ahora cuenta con el poder absoluto -no estamos hablando del presidente de Zimbaue-, y es muy peligroso: no sabemos si va a llamar a Putin, o a Israel, o Corea del Norte...". Por todo ello, Montero definía que, en general, "aquí estamos en vilo, con miedo".

  Llaman la atención declaraciones como la de una periodista musulmana, a la que no le gustan los excesos de Trump, pero que le ha votado. Interesante visión la de Pilar Aguilar sobre la percepción de los errores de Hillary Clinton como inadmisibles, frente a los 'perdonables' de Obama y, ahora, de Trump. Una sociedad tradicional que siente rechazo ante una moderna 'Mesalina', sólo por el hecho de ser mujer.

  De un modo u otro, y aunque hay quien especula en EE.UU. con que Trump no llegará a presidir, las reuniones con Barack Obama y otros políticos internacionales se llevan sucediendo toda la semana. Así como las concentraciones de protesta en diferentes ciudades del mundo. Artistas que conocen bien Nueva York me hablan de "sensación de profundo desamparo en el que parece estar trabado el sentir progresista en la política occidental". Y, sí, puede que haya más miedo entre los votantes ultra-conservadores de países europeos, como el de Le Pen o el de Andrezj Duda, ante la inmigración, la Igualdad y otros avances en materia de DD.HH., que ganas de cambiar las cosas, mirando hacia adelante. O quizás pereza: pero, como comentaba con una artista berlinesa, la pereza, y entregar las decisiones en manos de quienes quieren dominar, puede conllevar un peaje muy alto...



Casa de New Jersey en el décimo aniversario del 11-S




  Más información: "Estamos en vilo, con miedo" (testimonios en Deia, 10 de Noviembre)
  El vaticinio de Michael Moore, un mes antes (EM)
  El Ku Klux Klan convoca un desfile para celebrar la victoria de Trump 
  Por qué ha ganado, según Clarín (9-11-16). Las 7 claves, según Desinformémonos
  Trump ha arremetido contra casi todo (Deia, 7 de agosto)
  Una visión violeta sobre el rechazo a Hillary Clinton (Pilar Aguilar, Tribuna Feminista). Su  handicap generacional, según la BBC
  En Europa siguen al alza los partidos ultra-conservadores 
  Un mundo desigual, que no avanza hacia la igualdad (mis posts y reportajes sobre estas cuestiones)
  Miles de refugiados siguen llegando por el Mediterráneo (Deia, julio 2016) 
  Más atentados y recrudecimiento y controles policiales en Europa (mis reportajes en 2015-2016) 
  Mis reportajes sobre Nueva York, la vida hispanohablante allí, la creatividad sin límites... (Deia, Qué leer, Pérgola, El Tintero...)
   Mi encuentro, junto con Juanje Sanz, con los primeros Indignados en Wall Street (Deia, 2011)
  Mi trabajo sobre Michael Moore en la pasada Berlinale 2016





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